El homenaje de Vargas Llosa. La Filà Marrakesch, de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, tiene un libro de oro muy particular: únicamente tiene una dedicatoria y una firma, las de Mario Vargas Llosa, que participó con esta entidad en los actos de Mig Any de 1995. La concesión del Premio Nobel ha incrementado más si cabe el valor de este auténtico libro de oro.
Vargas Llosa visitó Alcoy el 21 de octubre de 1995 y participó en los actos del Mig Any. Acudió a la Glorieta Municipal, donde fue simbólico jurado del concurso de "Olleta alcoyana", y probó el típico plato gastronómico local. Para la historia han quedado las fotografías, algunas formando con el entonces alcalde José Sanus.
Tras el acto oficial, el hoy Premio Nobel de Literatura, marchó con sus amigos a la Filà Marrakesch. "Vino porque ese año teníamos la capitanía mora", explica Juan Lluch, secretario perpetuo de la filà. De hecho, había llegado a Alcoy de la mano de Juan Antonio Gisbert, en aquel momento director general de la CAM, cuya militancia en la Filà Judíos es notoria, pero que comparte con la "fulla" de los Marrakesch.
El autor de "La ciudad y los perros" se convirtió por unas horas en un miembro más de esta filà, con la que compartió cena, "ensaio" y "entraeta", en una velada inolvidable para todos. "Se lo pasó de maravilla; no se creía que el ambiente fuese de verdad, con la gente, la banda de música tocando y la "olleta". Se quedó encantado", resaltó Lluch.
Ante tamaño acontecimiento, la directiva de la filà decidió estrenar aquel día el libro de oro que, quince años después, sigue contando únicamente con la dedicatoria y la firma del universal escritor peruano. "A quién pones para continuar el libro?", se preguntan, socarronamente, en el seno de la filà. Vargas Llosa se refiere en su texto a la "hermosa" Fiesta de los Moros y Cristianos que celebra Alcoy.
En aquel día de octubre, Vargas Llosa desveló, en una entrevista a este diario, su intención de dedicar a Azorín el discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua, que lo haría meses después. Para el Nobel de Literatura, José Martínez Ruiz Azorín es un referente, ya que en la entrevista dijo que "es mi escritor de cabecera y uno de los prosistas más elegantes, que dio una categoría artística a géneros considerados hasta entonces marginales, como la reseña, la crónica periodística o el libro de viajes. Para mí, el gran Azorín es el articulista, por supuesto sin despreciar sus novelas".
Pronto se cumplirán 15 años desde que Vargas Llosa estuvo en Alcoy para conocer la celebración del Mig Any de los Moros y Cristianos. Pero otro de los Premio Nobel que, esta vez sí, vivió la plena esencia de la Trilogía alcoyana fue Camilo José Cela. El 22 de abril de 1978, el escritor gallego estuvo presenciando las entradas de las tropas cristianas y de las huestes de la media luna desde la tribuna oficial junto al gobernador civil de la Alicante, José Duato Gómez y otras autoridades. Durante el desfile no perdió detalle.
En aquel año, Cela siguió conociendo las fiestas alcoyanas hasta el punto que el día del Alardo se implicó dentro de la actividad festera. El Nobel de Literatura de 1989, participó en el disparo y lo hizo vestido con el traje de la Filà Domingo Miques que le prestó el alcalde Alberto Emilio García (ambos eran casi iguales de talla). La crónica de INFORMACIÓN del 25 de abril de 1978 decía "Camilo José Cela que estuvo muy serio y muy puesto el día de las entradas, ayer se metió en harina festera. Al final se endosó el traje de Miquero del alcalde y le dio al trabuco que fue un primor".
Ahora dos premios Nobel han conocido Alcoy y su fiesta.